Diario de urgencias II





28/03/2015

El trato aquí en el hospital es bueno, tanto si te conocen como si no. Están pendientes de ti, pero también hay que tener en cuenta que no te pueden controlar a cada segundo, hay más pacientes.

Ayer urgencias estaba a barrote, había cola en el pasillo.

Llevamos desde las ocho de la noche en observación. Durante la noche le han puesto calmantes, los cuales tardaron bastante en hacerle efecto.

Ahora durante la mañana, quería ver como lo hacía pero la auxiliar y el celador me recomendaron que fuese a desayunar. No lo han echo por mal, pero en parte es para preservar su intimidad. Les insistí que si querían los ayudaba, pero me agradecieron que no.

Cuando volví, escuché al celador y a la auxiliar como aseaban a los demás pacientes. La auxiliar se mostraba cariñosa y respetuosa y también alegre.

Me fijé en lo que podía con respecto a las pautas del aseo. Cambiaban el agua así como la bolsa de la bañera, sólo ponían agua y una esponja con una gota de jabón,

Después de lavarla le cambiaban la cama y le echaban un poco colonia.

Aquí hay gente más mayor que mi madre, y con ella tuvieron mucho más cuidado. Ya que tenía miedo al girarse para lavarle la espalda.Hacía fuerza al girarse ya la auxiliar le decía que se relajara que no hiciese fuerza. Pero la pobre tenía miedo.

Tras los baños llegó la enfermera para tomar la tensión 9/6 y la fiebre 36, todo normal.

Ahora estamos a la espera del TAC, mientras tanto mi madre duerme ya le he dado el desayuno y la medicación le permite que duerma.

El ambiente aquí y ahora es relajado, hay cubículos vacíos, el pasillo también está vacío.

Aún así el personal anda a su trabajo, aseos, tensiones, medicación, desayunos. Todos y cada uno con su función.

Por suerte de todas las veces que he estado siempre he encontrado gente agradable, de buen trato, con sus defectos y virtudes como cualquiera de nosotros.

También he visto pacientes como se quejaban del personal. Ellos hacen lo que pueden y a veces no están al 100% debido a las hora que llevan, pero también he visto que pacientes y familiares no tienen a veces aguante.

El dolor,la impaciencia, hacen que se sientan mal y al más mínimo retraso están quejándose.

Hay que darse cuenta de que muchas veces no es la enfermera o el médico, el problema el retraso, hay otras situaciones, analíticas, pruebas, cada una de ellas en un orden protocolario que deben realizar, pero el paciente o no ve eso o no lo quiere ver.

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