Durante esta temporada mamá ha tenido rojeces, he procurado llevarla a menudo a la podóloga ya que tenía unas pequeñas heridas provocadas por los roces de los zapatos y ella le vió las rojeces.
Hemos ido al médico de cabecera como la podóloga nos indicó y este a su vez nos derivó al enfermero.
El cual ha insistido en una buena alimentación. Pero ella no quiere comer, sólo come caldo triturado, no quiere masticar, no le va la carne, ni el pescado, ni la fruta, ni la verdura.
Andar, hace las labores de casa, es lo que más se mueve.
El tiempo no está apetecible para salir y ella no es de pasear, aunque haya buen tiempo.
En casa cuando se sienta en el sofá apoya las piernas en su borde, he decidido ponerle unos cojines alargados para impedir que apoye los talones. Aún así sigue con rojeces.
Le he echado crema hidratante para masajear la zona y conseguir que la sangre circule. Tardan bastante en marcharse, todo por motivado por la escasa circulación.
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